jueves, 16 de marzo de 2017

De la política, de los políticos y de lo que piensan los autores sobre esta gente . Con mi problema del alcalde de un pueblo pequeño -mil habitantes- al fondo

Siempre el político se ha distinguido general y principalmente por sus buenas intenciones, gente buena. Entiéndase |para ellos|
                                                                 Resultado de imagen de corrupcion política
                                                                    .                                                                  
Hoy en día, por desgracia, abundan los politicastros, es decir, el ´político inútil, rastrero, malintencionado, que actúa con fines y medios turbios´(DAE); bueno, pues que van a la política para enriquecerse, como declaró Eduardo Zaplana. ¡Menuda vocación, vive Dios! En tal caso se comprende la corrupción que en aterradora estadística ellos han practicado y  nos invade. Existe en tales deficientes políticos autoritarismo en equivocado sentido o entendimiento de autoridad, cayendo de plano en el abuso de la misma desde el presidente de la nación al último alcalde de pueblo. Yo vengo sufriendo un alcalde de localidad rural, edil al estilo del alcalde de Monterilla, cuya paremia dice: Alcalde de Monterilla, ay de aquel que por su acera pilla, la cual alude a la acción de aquel que, a despecho de la voluntad del padre de la novia, casó a ésta con un muchacho, y cuando el padre, invocando el Concilio de Trento, se negó a reconocer la legitimidad del enlace, exclamó el de Monterilla: Si es por eso, desde este instante queda derogado el Concilio de Trento.

Mi problema con el alcalde que administrativamente no es el mío, pero de algún modo relacionado con él, en algún aspecto, estoy, tal vez le lleve al Defensor del Pueblo, porque aunque es un tema de Historia no deja de tener un aspecto político, de estar involucrado a él. Bueno sería que el que me toca sufrir siguiera este aserto de F. Kennedy: La meta de la educación es el avance en el conocimiento y dominación de la verdad. Puedo considerarme tratado inadecuadamente por el alcalde de Santa María la Real de Nieva (Segovia) al negarse a decirme si se halla dispuesto o no a eliminar de la página WEB del Ayuntamiento la mentira que en ella se expone. He de dar por hecho que su silencio implica negativa, aparte de no mucha elegancia ética, que digamos. Continuo viendo en internet esas líneas de absoluta improcedencia, encontrando también vituperable la soberbia con que procede, la soberbia, dice San Agustín, no es grandeza sino hinchazón, y lo que está hinchado parece grande pero no está sano.

Mi intención no puede ser más sana, mi finalidad de mayor dignidad, honradez, y no entiendo que el aludido, secundado por el cura, o sea ambos, se nieguen a darme cumplida respuesta. Por sus hechos los conoceréis, dice el evangelista -Mt. 7. 15:20-. ¡Que imagen, válgame el cielo!  Yo quiero que la mía sea correcta en todo y por todo, aun cuando  se oponga a ello  la indiferencia del alcalde, visiblemente hiriente. La indiferencia es, a decir de Jorge González Moore, el apoyo silencioso a favor de la injusticia. E Injusticia es mentir a sabiendas, practicar el engaño con evidente perjuicio, sea éste material o moral. Ello, por supuesto, no se halla incluido en las obligaciones de un alcalde, y no creo que el Sr. Pérez esté facultado a tal proceder, el cual rechazo de plano. ¿Lo entiende él como mérito? Si no es así, que deje de adoptarlo y proceda pertinentemente. Llamo mérito -escribe José Cadalso en ´Cartas Marruecas´- al conjunto de un buen talento y un buen corazón. No me parece entrañar mucho talento el proceder de la referida persona, ya en la acepción de inteligencia o capacidad de atender, ya en la de aptitud o capacidad para el desempeño de algo´ Un inteligente alcalde no actúa, respecto al tema del falso sepulcro de la manera que él lo está haciendo. Indubitadamente no indica talento mantener la mentira del sepulcro desde que ésta quedó demostrada por la ciencia, y en cuanto al buen corazón tampoco lo muestra el trato que da a una persona mayor -estoy en la tercera edad-. Es, incuestionable la mera incorrección que ello conlleva en múltiples facetas. No deja de ser innoble que acostumbre a ningunear; me toca sufrirlo pero también se quejan de ello miembros del Ayuntamiento.

Pero aun tratándose de un ciudadano joven debiera atenderle. Al ser un político se cree, a lo que demuestra, de una casta superior a quienes no debe el pane noster cotidianum, el pan nuestro de cada día, a la política. Que no, que no, que el ser político no es garantía de superioridad de intelecto, y en cuanto a preparación los hay sin estudio alguno. Esto, en fin, es algo que tengo harto comentado en anteriores artículos (también lo hice antaño en papel) . En concepto de Federico Nietzsche, la política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres. Otra cosa es que sean ´la bien pagada´ en nuestros días, contando en ello un sinnúmero de privilegios que se han adjudicado. Patente abuso por doquier. Son las putadas que señala Antonio Gala, que ya referí otrora. Tristemente no satisfechos aún, hoy día se dedicaron, gran mayoría, al """negocio""", que a modo  de eufemismo denominamos corrupción, lo que significa  ´acción y efecto de corromper o corromperse´, pero que a la pata la llana es robar. Sin eufemismo, el corrupto es lisa y llanamente, sin ambages ni rodeos, un ladrón ¿Presunto? Bueno, pues supuesto ladrón. Y después de quedar condenado bajo sentencia, ¿qué? En la bondad de Rajoy para el corrupto se busca afanosamente el eufemismo, y así al imputado  hay que denominarle vigilado 

Vigilados tenía que estar todos los políticos desde el presidente del país hasta los de las Autonomías, o áutonosuyas´, como las llamó Fernando Vizcaíno Casas, o sea, diecisiete de ellos -¡qué horror y error, cuantos presidentes tiene España que no deja de ser una nación de mediana extensión!- y extendiéndose la vigilancia hasta los alcaldes de modestos pueblos. Causa grima que Aznar se haya permitido decir que ´las cuestiones políticas no se pueden dirimir en los tribunales´. Jajay. No solamente se puede, sino que se debe cuando éstas, por su abuso o ilicitud, lo requieren. Los Tribunales de Justicia y la Prensa han de controlar precisamente a los políticos. Ya bastante impunidad les brindó Felipe González al anular la independencia del Poder Judicial. Desde entonces en vano la ciudadanía viene reclamando la recuperación de su independencia. Así como, por otra parte, una inmensa mayoría viene clamando por la desaparición de diecisiete gobiernos, y ello ante los males que crea, principalmente por resultar ruinoso.   

Un ejemplo a lo vivo del necesario control.

Santa María la Real de Nieva es un pueblo pequeño -mil habitantes- a pesar de que en recientes años se realizó una ampliación que pudo ser mayor de no haberla suspendido la crisis que padecemos. Ya he contado otrora que este crecimiento de extensión y, por ende, de población hubo de aportar al Ayuntamiento pingües ingresos, ya que pasó a solar terreno que era agro o, simplemente, campo, y por consiguiente se revalorizó, percibiendo el municipio el alto porcentaje que la ley le asigna. Que las harcas de dicha entidad quedasen exhaustas al cesar en la alcaldía Eusebio García González resulta inexplicable. Con tal "mérito" se despidió éste después de veinte años -de 1991 a 2011, cinco legislaturas- de presidir el pueblo. Según su sucesor en el cargo, dejó una deuda tremenda. He aquí cómo lo expone: ´Cogimos un Ayuntamiento con 1.6 millones de euros, una barbaridad para un presupuesto que no llega al millón. 

El lio administrativo que dejó fue de padre y muy señor mío; a mí se me reclamó en concepto de licencia de obras, lo que tenía pagado, y hube de demostrarlo. Por si todo esto fuera poco indicio de una conducta irregular, es vox populis, voz del pueblo, que el tal Eusebio ha adquirido un piso en Segovia, otro en Madrid y un tercero en Sevilla. En Madrid tiene un hijo casado, y en la ciudad del Guadalquivir una hija -soltera o casada, no lo sé-. Tanto García como Pérez son del PP; lleva, pues, esta organización política veintiséis años presidiendo el Ayuntamiento, la cual, como es notorio, bate el récord de la corrupción aun cuando los restantes partidos quedan, comparativamente, a buen nivel.  Tal el """mérito""" del alcalde de mayor veteranía que ha tenido esta localidad segoviana, el cual arribó a ella en calidad de maestro de escuela procedente de un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid- Y se aúna el de rebelarse contra la ciencia mientras fue alcalde, de lo cual vengo quejándome. Primeramente rechazó el ADNmt. Eusebio, después Jaime Pérez no corregiría el disparate..   

En esta faceta  se adhiere, se suma, a su antecesor, lo que es a todas luces sorprendente, escandaloso, Supongo que en lo que afecta a edil actual, lo de aferrarse a la mentira del sepulcro de Blanca I de Navarra -así como así, de cualquier manera, sin más ni más, sin reparo ni consideración- no constituirá el mérito por lo que se le ha concedido un segundo empleo político: diputado provincial. Hoy por hoy no entro ni salgo con respecto a este hecho que se da en Jaime Pérez como alcalde diputado, diputado alcalde, pero sí aseguro hic et nunc, aquí y ahora, que continuaré tratando de que se imponga la certeza y la decencia, la honestidad, lo razonable, lo justo., que no se continúe practicando el engaño al ignorante vulgo -no a otra clase de personas puede ser-, aunque pueda implicar -no lo sé- alguna pérdida de pecunia numerata. Obviamente no es lícito comerciar con la mentira aun cuando la Historia nos muestra que no dejó de ocurrir.

Alucina la influencia que ejerce la política en entidades ajenas a ella, según tengo experimentado a escala provincial habiéndome quejado a un centro al que afecta el estudio de la Historia local y llevando ocho días en espera de obtener respuesta. No pueden ir contra el ADN mitocondrial, cuya prueba científica  ha dado mentís a que el arcosolio de la iglesia de Santa María la Real de Nieva  contenga los restos de Blanca I de Navarra, pero tampoco se unen a mí en apoyo alguno para que el alcalde y el cura pasen a cesar en la patraña que llevan a efecto. No quiero hacer juicio temerario, probablemente no dejarán de contestarme, decidan o no decidan intervenir. Como interesados en Historia han de asquearse en su fuero interno de esto que viene ocurriendo en el citado pueblo de la provincia. .

Hice referencia a los indebidos privilegios de los políticos, pues bien, el de mentir ya le tienen concedido los gobiernos nada menos que por Platón: Si alguien hay que pueda tener el privilegio de mentir, a los gobernantes del Estado debe corresponder dicho privilegio. Veamos en que estima tiene José Cadalso al político, conforme expone en sus ´Cartas marruecas´: 
Política viene de la voz griega que significa ciudad, de donde se infiere que su verdadero sentido es la ciencia de gobernar los pueblos, y que los políticos son aquellos que están en semejantes encargos o, por lo menos, en carrera de llegar a estar en ellos. En este supuesto, aquí acabaría este artículo, pues venero su carácter, pero han usurpado este nombre estos sujetos que se hallan muy lejos de verse en tal situación ni merecer tal respeto. Y de la corrupción de esta palabra más apropiada a estas gentes nace la precisión de extender más.
Continúa escribiendo sobre su afán de enriquecerse a costa de lo que sea.
Políticos de esta segunda especie son unos hombres que de noche no sueñan y de día no piensan sino en hacer fortuna por cuantos medios se ofrezcan. (---) Nada importan las cosas del mundo el día, la hora, el minuto, que no adelantan un paso en la carrera de la fortuna. (---) Para ellos, todo inferior es un esclavo, todo igual un enemigo, todo inferior un tirano.
La superabundancia de latrocinios a que se ha llegado en nuestros días no dejaría de asombrarle de modo peyorativo, aunque estuviera curado de espanto de estos actos de desafuero contra las buenas costumbres y contra la ley.

Si la mentira es, visiblemente, el arma con que los políticos defienden su desgobierno, empezando por su trincar, otra cosa es que la lleven más allá de la política. Así es el caso del referido alcalde del citado pueblo segoviano pretendiendo sostener lo que ya queda dicho. Muy difícil de tolerar es la dañina mentira política, incluido el endeudamiento del PP ignorado por Aznar y por Rajoy que nada han sabido de la corrupción que el uno tuvo y el oro tiene, cuyos cacos actualmente se están descubriendo gracias a los nuevos partidos,.para también creerse con la facultad de falsear la Ciencia. No puede llegar a tal extremo el poder político por grande que sea; la Ciencia ha demostrado que son falsos los restos mortales que se suponían de Blanca I de Navarra, y no ha de llevarle la contraria el alcalde -apoyado por el cura- del pueblo. Ni aunque se tratara del presidente del país y de la máxima jerarquía eclesiástica de la Iglesia Católica o de cualquier otra, dado que España es aconfesional-

Y si el ciudadano es muy libre de protestar del que miente y con su mentira daña -el PP y Rajoy han llegado a ser una continúa protesta al aflorar de día a día más y más de sus corruptos-, y de sacar su mentira a relucir para que abusos y actos ilícitos reciban su "premio", entiendo que estoy en mi derecho de vituperar la susodicha patraña del indicado alcalde y, como he dicho, aunque se tratara de político importante como tal. Cuán deplorable, desastroso, detestable, que, como ya he apuntado, la mentira sea patrocinada, defendida, protegida, favorecida, por un cura. Ya he dicho que no es algo nuevo en el ámbito eclesial; ellos pueden incurrir en pecados -señalados por la Iglesia- y en faltas y delitos -señalados por el Derecho, la Justicia- como cualquier persona. En cuanto a la corrupción, actualmente tenemos el caso de Antonio Ceballos, ex obispo de Cádiz que ha sido citado como imputado por el caso de los ERES debido a ´una ayuda que le concedió la Junta de Andalucía en 2009´ para ´la construcción del geriátrico del obispado de Cádiz con el dinero de la partida que se instruyó, la 31 L. Esta inclusión en el caso ERES de Antonio Ceballos ha sido a petición de la Guardia Civil (UCO).       

Para colmo del proceder del susodicho cura, Alfonso Agueda Martín, actuar a lo loco, es decir, con inconsciencia y sin reflexión, puesto que de manera consciente y reflexiva había  de pensar que él no es quién para contradecir a los científicos del equipo que practicó la prueba genética. Ni él ni el alcalde. O que deleguen uno y otro en especialistas en la materia -por supuesto, efectuando el costo de su bolsillo-  a ver si  están o no equivocados los que emitieron dictamen, si éste es erróneo, Pero es demencial que el Sr. Agueda me dé a entender que puede probar que está equivocado el equipo que lideró la Sra. Ibars i Puga. ¡Y eso que cuando contacté con él hace años se me mostró en este asunto de un crasa ignorancia, o sea, de indisculpable ignorancia. De ignorancia supina, pues, ha pasado a hallarse en disposición de demostrar la autenticidad de los restos. Ello obviamente equivale a impugnar el proyecto de referencia. ¿A qué espera para poder exhibir la placa del arcosolio de manera razonable, ya que hasta aquí implica -reitero- todo lo contrario?  

La salida última, lacónica repuesta que me dio Alfonso Agueda, revela lo... guasón, burlón, bromista, que es. Le respondí que para quedar en buena sindéresis -discreción, razón, cordura- había de impugnar el ADN mitocondrial o borrar la inscripción del sepulcro. Por parte del alcalde eliminar o no -según el resultado de la acción del cura contra la eliminación del  ADN que demostró la inautenticidad del sepulcro-  las líneas que hoy día son de palmaria falsedad, existentes  en la página WEB del Ayuntamiento en cuanto al sepulcro de la reina de referencia. Pero -¡ay que fallo de todo tipo!, insisto-,  el Sr. Pérez no quiere contestarme, tampoco el Sr. Agueda, ambos se refugian de mi ataque a la mentira con que el pueblo está dando la nota, en el silencio. Y a seguir el cuento chino.

        
                                                                        

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