domingo, 16 de febrero de 2014

El cuento de nunca acabar y el de nunca cambiar .

Inicial página de disculpa por lo que afecta al autor del blog. 


Mi actual alto en el camino, como el del pastor poeta, como el de tantos otros que hacemos, voluntarios e involuntarios, ha motivado un lapso de paralización de mi blog. ¡Mal haya sea la gripe! Bueno, tranquilidad, que la declaración judicial de una infanta no es motivo baladí, de quita y pon en los anales de la prensa. Nos hallamos, incontrovertiblemente, en la vida de hoy, historia de mañana, y cuán triste la que nos ha tocado experimentar: a infinidad ha dejado en la cuneta; a tantos otros llevó incluso al suicidio. Caso Nóos. A este tema tan horripilante -de una monarquía, una política,  nefasta por torpe y DESHONESTA-, a esta destrucción de España continuaré dedicándole algún tiempo junto a las plumas honestas. A Menéndez y Pelayo le dolía España; ahora sí que es para doler.   

Cada vez peor. 

Allá por los años próximos a la terminación de la Guerra Civil se estrenó en el Teatro de la Latina (Madrid) la opereta titulada "La Blanca Doble", que alcanzó bastante éxito, y en la cual hay un cantable cuya letra dice:... cada vez, cada vez, peor. Ello encaja a la perfección en el caso de nuestra monarquía, ya como institución, ya como familia. Mucho me he ocupado sobre este particular y, si Dios quiere, seguiré en la brecha de por vida. 

Surgió la declaración tal y como era de esperar.

¡Qué manera tan especial tiene doña Cristina de Borbón de ayudar a la Justicia! Ha empezado por rehuirlo durante tres años. Llegado el momento de serle imposible, el papel que ha hecho es el único que tenía -ha demostrado tener-: auto-defenderse. 

Comentarios sobre la declaración de la infanta Cristina, nacionales e internacionales, inciden en que con su declaración su ayuda a la Justicia es nihil, ¡nada! 

Lo que tenemos a la vista es un defenderse como gato panza arriba -conjunta a ella la institución- de las acusaciones que le formuló el juez Castro, instructor del Caso Nóos, compartido en pena y gloria al 50% con su esposo; ahora bien, en el que ella decidió desde el principio del ... "negocio" disfrutar de la gloria sin enterarse de nada, vivir sin otro conocimiento en su devenir que el amor sentido por su pareja. (No es tampoco estar del todo emparejado). dias
Ha constituido su declaración idéntica táctica defensiva a la que a Urdangarín sugirió su abogado defensor, Pascual Vives. Éste responsabilizó a su ex socio; Diego Torres, de todas las ilegalidades que se habían cometido en la Empresa. Pues, asimismo, al ser interpelada la infanta por el magistrado -¡caso inaudito!, como no deja de señalarse, y que dígase lo que se diga, es de inverecundia y muerte- lo ha efectuado respecto a su buen amado esposo. 

La cuestión no sale del más espantoso ridículo; déjese de incluirse como evasiva en el campo del Derecho,  el amor, nada tiene que ver en este caso, como ha de saber el abogado defensor de la infanta, que a tal pasión alude -no es, por otra parte, tal penalista ningún teórico del amor: Platón, León Hebreo, Stendhal, Ortega y Gasset...-. Urdangarín, su buen amado esposo, lo sabía todo, ella no sabía nada. Si como amor trata de considerarse que sólo "viera" por los ojos del marido, su absoluta confianza en él, no constituye, por el contrario, índice alguno de tal pasión que trate de salir a flote Cristina a costa de Iñaki, 

No pueden romper una labor conjunta -ella sabía, y la familia real toda-, conocida es la mutua y recíproca ayuda de familiares y parientes, todo ello según he venido exponiendo y demostrando en cuanto he tratado sobre esta monarquía. 

En suma, la declaración de doña Cristina, inmersa en su proverbial amnesia -casi todo fue responder, no sé, no me acuerdo- no es ni siquiera victoria pírrica; yo no sé de dónde sacan sus abogados esa alegría de la huerta. Han de venir para el matrimonio Urdangarín-Borbón -para ellos en primer lugar- días de plena derrota, aunque antaño no se les pasara por la mente y todo fuera "bienestar",  partiendo de la seguridad de su realeza. 

El sorprendente fiscal defensor de Cristina de Borbón.

Ha solicitado el Sr. Horrac entre 7 y 20 años de cárcel para Iñaki y para Torres. Lo primero que extraña es lo distendido, pues gran diferencia hay entre ambas cantidades. Mucha acción de movimiento tiene el juez Castro y si no consiguen infundirle miedo... De momento, lo de la infanta Cristina se dilucidaría en la Audiencia Provincial de Palma.

En este ambiente de España de todo tipo de crisis, se pide el cese obligado del director de la Guardia Civil y del delegado del Gobierno de Ceuta; las muertes ocurridas, supuestamente, por disparado de pelotas de goma, no pueden quedar impunes, es decir, España contra las cuerdas, el extranjero ha de tomar parte ante tal crimen del que entienden se ha adoptado indiferencia.  A algún español ya le ha costado la pérdida de visión de un ojo el uso de este arma """inofensiva""". Este es tema de que traté una vez, y quizá haya de volver a él. Bueno, esta es la imagen que da España al mundo. Puede añadirse que ha empezado la cuenta atrás contra el saqueo de las Cajas. Y tanto y tanto podría adicionarse.                 

                                

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