martes, 30 de octubre de 2012

Reino de España: hambruna y vergüenza

Es a lo que llegó antes de una treintena del monarca dejado por Franco para su sucesión. España que progresivamente fue mal, ya bastante mal cuando José María Aznar decía: “España va bien”, se precipitó a la ruina con José Luís Rodríguez Zapatero. Ambos presidentes son los que más equivocaron su política y los que más engañaron a sus votantes y no votantes, a la ciudadanía. Si mala fue la primera legislatura de uno y otro, peor fue la segunda; por parte del primero erigiéndose en “Ordeno y mando” –léase el libro así titulado del excatedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Ramón Cotarelo-, y por lo que al segundo atañe es enorme el daño que ha hecho ocultando el general derrumbe de la economía y no tomando medidas al respecto. Ha quedado evidente que los dos presidentes últimos hicieron caer a España en picado, Aznar con su craso error de la política del ladrillo y para remate la entrada de España en el euro, Zapatero con su ocultación, como digo, de la crisis económica y sosteniendo, absurda y malévolamente, que, de haberla, a nuestro país no salpicaría por nuestra boyante economía. ¡Buen asesoramiento tenía de sus economistas, y no digamos del que tuvo Aznar cuando nos llevó a desechar la peseta y aceptar el euro. Es un error que en artículos y algún libro se ha presentado, demostrado, y en cuyo comentario no entro por hallarse fuera del círculo trazado en este mío.


Y a Mariano Rajoy, que a lo que parece viene a dar la puntilla al desastre nacional, ¿qué equipo y tipo de asesoramiento económico tiene? Lo de siempre, sobra cantidad y falta calidad. Sobran asesores, políticos de toda clase. Y en cada gobierno, que no sólo es el central, contándose 17. Hay “ayudantes”, de los componentes de los gobiernos, para dar y tomar, es ridículo y vergonzoso. Por si fuera poco en insostenible peso económico de las Autonomías, éstas se entregan al despilfarro. Obviamente unas más y otras menos. Ítem más, en el drama de vergüenza de España, el país de superabundancia de políticos, hay una aterradora estadística de ellos, éstos han practicado la corrupción en también estadística de terror, hay en el bipartidismo que viene gobernando en el reinado de Juan Carlos I un sinnúmero de chorizos, puede decirse sin caer en exageración que la corrupción es el mal endémico de estos días.

Es de vergüenza ajena la permisividad de la política con los políticos corruptos, también con los banqueros; presidente ha habido que a uno de éstos, condenado por la Justicia, le ha indultado. Claro es que los chorizos no se producen y reproducen sólo en los políticos y en los banqueros (a muchos les gusta saborear ambos oficios, y los saborearon muchos), los hay en toda la escala social. Ya cité una vez este aserto de Antonio Gala, que viene, cual suele decirse, como anillo al dedo: Cada día salen nuevos nombres a la concurrida palestra de la corrupción. No sé ni cómo caben. Banqueros, militares, políticos, funcionarios, particulares (ladrones de profesión o de afición): en todas parte cuecen habas, menos en la olla de los pobres, a los que se condena sin tanto requilorio por hurto famélico. Se dice humorísticamente que no hay pan para tanto chorizo, lo que verdaderamente faltan son cárceles para tantos ladrones si se encarcelase aun cuando no fuera más que el 60% de los cacos.

Visto lo visto: los desaciertos políticos, de una parte; la corrupción imperante, de otra, es lógico y natural que los políticos hayan llegado a constituir tremenda preocupación del ciudadano, pareja, igualmente o semejante, al paro y a la vivienda. Al día de hoy hay cinco millones setecientos mil parados y trescientos cincuenta mil desahucios. ¡Espeluznante! ¿Causa de verdad espanto, horror, a los políticos? ¿Toman drásticas medidas? Fundamental sería la eliminación de las Autonomías, nunca se repetirá lo bastante, pero esto ni lo piensa Rajoy, hay que sostener toda la familia política, y en todo caso diferir su reducción. Ante la agobiante situación del que no tiene trabajo y se ve de cara al desahucio –sin comer no se puede vivir pero en la calle tampoco- resulta indignante leer que “el Gobierno se toma otros ocho meses para reducir un Estado “insostenible”. Creó el desahucio exprés para que sean rápidos, se hagan muy deprisa los trámites de desahucio por falta de pago, que cuanto antes se vea sin vivienda el que no puede pagar el alquiler o la hipoteca. ¿Por qué no actúa de modo exprés con la reforma de las Administraciones, por qué si tal tarea es, evidentemente, perentoria, verificarla en cámara lenta?

LA MENTIRA REAL Y LA REAL MENTIRA

Se pretende tapar el hambre y cuanto, como ésta, se encuentra envuelto en la inverecundia con la mentira. Y surge el triángulo: hambruna, vergüenza. Quiso llegar esta pretensión, por parte del actual presidente del Gobierno central y del jefe del Estado, que como tal lleva treinta y siete años, al primer país de Occidente, y el fracaso fue morrocotudo, terminado Rajoy por la Quinta Avenida de Nueva York paseando fumándose un cigarro puro. Y el rey Juan Carlos cayendo en las garras de la Prensa neoyorquina que sacó a flote lo que él hasta noviembre de 2011 había hecho callar en España y no sólo callar sino en su mayor parte ocultarlo. Estableció la familia real con la Prensa española como un convenio tácito para no hablar de ellos, salvo para informar de su actividad oficial o, alguno con servil espíritu cortesano, para alabarles. Si del libro se trataba, los de ditirambo flotaban pero los de información veraz se hundían, era prohibida su venta, si ya editados, incautada la edición.

Impensable que libros como “La soledad de la Reina”, de Pilar Eyre, o “Un conseguidor en la corte del rey Juan Carlos”, de Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, aparecieran en Madrid. Sí surgió alguno superando la dificultad, generalmente en distinta área, tal como “Una monarquía protegida por la censura”, de Ignacio Anasagasti (2009). También el ex militar, Amadeo Martínez Inglés, coronel, retirado en 1990, desveló en artículos, tertulias en la cadena COPE, y libros como “El golpe que nunca existió” (Foca 2001) y “Juan Carlos el último Borbón” (Styria, 2008) la vida de “Un rey golpe a golpe”, por aludir también a la biografía escrita bajo el seudónimo de Sverlo Patricia, libro que se puede leer en pdf. La mordaza que impuso el rey, miccionándose en el artículo 20 de la Constitución, se la arrancó de la boca la prensa y todo ciudadano va a hacer el próximo mes un año, empezándose a emitir cuanto a la abusiva política, impregnada de corrupción, venía a cuento, poner en práctica la libertad de expresión, a que autoriza el aludido artículo, al ver que la corrupción era también practicada por la familia real, y para mayor indignación fue descubierto en periodo álgido de la gigantesca crisis económica que padecemos generada por la torpeza, abusos de la clase política, incluidos los de sus privilegios.

Ya de todo se puede informar, ya de todo se puede hablar, ya todo lo vituperable se puede censurar, en la acepción de “corregir, reprobar o notar por malo algo”, aunque se trate del rey, así, por ejemplo, recientemente se comentaba en un programa de radio:

El rey en Bombay, capital de la ginebra, descubre que ya están dando resultado las reformas económicas de Mariano. Pero si Mariano apenas ha hecho reformas, y las que ha hecho son tan pocas que en el país sigue aumentando el paro. Medio millón más a final de año con seguridad. […] Qué extrañas nubes le han aparecido al monarca para decir estas gansadas que son evidentemente falsas.

Rechaza de plano su ida a la India:

El rey está para recibir al embajador de la India, no para ir de conseguidor con los Empresarios en la India. ¡Pero que manía! Que le gusta ganar dinero así esta mal, pero lo peor es que encima se celebre como si fuera el cumplimiento de sus deberes. El rey está para defender España, no su bolsillo.

Y el aludido comentarista expuso referente al libro ya citado de reciente publicación:

En la familia real es evidente que se ha estado estafando a la gente. Urdangarín y Cristina. Aquí está este libro que lo prueba. El rey, por cierto, ha hecho de intermediario en un encuentro fundamental, que es el que mantuvo Urdangarín con Camps y Rita Barberá. No sabía el rey a qué se dedicaba su yerno.

En fin, ya se comenta -y no sotto voce, a la chita callando, en voz baja- la vida privada de quien no tiene vida privada –la existencia de una monarquía constitucional se basa en una vida ejemplar del monarca-, y ya el engaño no cabe. Tampoco en lo que se refiere a sufrir pasivamente las mentiras de los políticos como pone de relieve el hecho de que Mariano Rajoy ha mentido totalmente en el programa electoral que presentó, pero se le acusa de ello, amén de su ineptitud como presidente y, en consecuencia, le llueven las manifestaciones y huelgas reprochándole su nefasta actuación, más bien su inmovilidad, y pidiéndole que dimita. A Mariano le viene grande el puesto, es excesivo para su capacidad mental y de carácter, es apocado. Todo ello lo está demostrando con creces.

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