miércoles, 19 de febrero de 2014

Todo es contradictorio, rayano en lo demencial. Y deshonestidad por doquiera.

Pero qué servicio profesional, como secretario que fue nombrado de las infantas, ha hecho Carlos García Revenga a las mismas y particularmente a la esposa de Urdangarín. Él por haber intervenido en los negocios de éste pudo advertir a la señora a quien servía de la actividad,  "sin ánimo de lucro" pero de alta exposición en el Código Penal, de su muy amado esposo, duque consorte y hasta infante consorte, si se quiere, que debía estar haciendo compañía a Bárcenas y, desde luego, sin disponer de Pasaporte que le ha permitido últimamente visitar a su bien amada en Ginebra, donde, ésta,  ha tenido  que "ampliar trabajo" a causa del aterrador porcentaje de paro que hay en España, incluido su adorado -que no adorable ciertamente- marido. Pudiera ser así, pues, dada su amnesia, consecuentemente fallará su entendimiento.    

La Infanta está muy afectada por la imputación de su secretario
Es, sin duda, para estarlo, viendo la marea que se aproximaba y que podía llegar a llevarla  a la situación en que se encuentra, Es triste teniendo en cuenta que la infanta ignoraba la existencia del Instituto Nóos. Es del mismo propietaria al 50%, pero esto nada tiene ver. De ello se colige, "realmente",  que deben estar imputados, y de hecho lo están, todos los individuos de la directiva de Nóos, pero no la infanta. Ni aunque haya sido vocal. La infanta de lo único que era, y es, consciente es de que idolatra a su cónyuge; de lo... demás responde como el clasico: solo sé que no sé nada, según Platón acerca de Sócrates. Según una pitonisa de Delfos, es éste, tal vez, el hombre más sabio de Grecia. Lo que está claro, y no de filósofo a filósofo, sino incluso de mentecato a mentecato, que no por otra cosa,se está tomando a la ciudadanía, es que doña Cristina  es mujer no tonta, que el hacerse pasar por tal es ad libitum. Es, indiscutiblemente, de "las mujeres sabías", y no de Moliere sino de la España del siglo XX al XXI. Aunque no escriba; bueno; tampoco escribió Sócrates. Alega no saber de finanzas, y ello no es óbice para que esté colocada en un entidad financiera. 


"La infanta que de nada se entera" -si se enriquece, si vive mejor o no, etcétera- ha temido por su secretario García Revenga al ser imputado por formar parte de Nóos.. Al fin entendederas tiene. Se dijo entonces en su quite que él no era más que el secretario de la infantas (ascendido al cargo fue este maestro de escuela especial tras de ser maestro de Elena, tambén lo fue de Cristina); sí, pero con vinculación con doña Cristina y Urdangarín en su actividad de escándalo. Insistimos. La infanta iba quedando cercada, se veía a punto de ser reimputada, y la reimputación llegó. Era inexorable. Optar por cerrar los ojos para no verlo, es otra cosa.; no muy noble, que digamos.  .               

De la monarquía de Juan Carlos l no se trata ya, ni mucho menos, de que persista a causa de ser  Una monarquía protegida por la censura. Iñaki Anasagasti abre así su obra: Su vida privada no es nada ejemplar, sus gastos y relaciones como amigos comisionistas son impropios y su falta de responsabilidad ante el delito es algo único en una Europoa democrática. Nada de particular, pues, tiene la conocida demoledora respuesta que Antonio Gala diera al prepotente Rajoy cuando -¡ay de sus ocurrencias! se le ocurrió alabar la democracia de España. En lo que atañe a que el rey sea irresponsable, ya se atrevió a criticarlo en sus libros Juan Balansó, especializado en Monarquía, fallecido en junio de 2003. Siguiendo ya en irresponsabilidad,  ahora por cuenta y riesgo de los hijos,  no dejó de comentar la bodas que habían hecho las infantas. Pregunta que ya me hice en lejano artículo es la siguiente: ¿Qué hubiera pensado de la boda del príncipe Felipe con doña Letizia, y ya no digamos de la actuación del matrimonio Urdangarín-Borbón? Pues uno más a elevar el grito al cielo. ¡Y si tanto valor lo echó en su días!...  


Verdades imborrables y que no dejarán de ser destructivas.  

Ya hago mención  en mi escrito anterior de que lo ocurrido, -de gravedad contínua, sesión contínua, como antes muchos cines- ha de traer las correspondientes secuelas, tanto más cuanto que rebasa la copa lo sucedido con la Sra. de Urdangarín. "La infanta Cristina comparece ante el tribunal por un caso de corrupción", titula el enviado de la BBC en la pieza para su edición digital, en la que comienza recordando que esta es la primera vez en toda la historia que un miembro de la Familia Real española ha acudido ante un juez como sujeto de una investigación criminal. El caso es archisabido por cualquier persona medianamente culta y fue advertido desde el primer momento y emitido constantemente. El bueno -bueno según su suegra- de Urdangarín se creyó con el mismo privilegio de impunidad e inmunidad de su real suegro. El "ilustre" yerno negoció", "negoció" y "negoció", y para colmo con descarado desafuero, porque muy creído se tenía que la familia entera era tabú. Quien dice Urdangarín, dice Cristina.

En esta especie de memorando que vengo haciendo es innecesario recordar que el negocio a lo largo del tiempo fue general, así como la ayuda. entre la familia real y aun parientes, según dejo mostrado en varios artículos. 

En artículo reciente vuelve Jaime Peñafiel sobre la separación matrimonial de facto  de los reyes  desde la niñez de los hijos. Le titula De "la Reina y yo" a "mi padre y yo". Hace alusión un vez más a la ruptura matrimonial. 
Se produjo con la "huída" de doña Sofía y sus hijos a la India para no volver jamás. Una mujer   herida abandonaba a su esposo el Rey y al país de que era Reina desde hacía solo unas semanas y volaba hacia Madras, para refugiarse en los brazos de su madre. [...] El repentino viaje se "justificó", oficialmente, debido a una enfermedad de a Reina Federica, entonces viviendo en el país asiático.
Se puede sufrir todo lo que sea por reinar, no es mala colocación. Aun en calidad de consorte. 
¿Se marchó la Reina para no volver? En estos momentos, sí. Su dolor y humillación eran tan grandes que la impedían razonar. Para hacerla regresar hubo que desplegar paciencia y toda la diplomacia de la Zarzuela  y del gran José Joaquín Puig de la Bellacasa. Además sin que nada trascendiera.
Su propia madre la aconsejó, como bien sabe Peñafiel, que no tirase la toalla, nada igual había de encontrar como lo que tenia. Y..., bueno, pues teatro al canto  

Recordando a Alfonso XIII y a su esposa, Victoria Eugenia de Battemberg, se da el caso de que, a pesar de ir  en aumento la aversión de ella hacia él, le expuso, en la suposición de que Franco restauraría en el trono al destronado Alfonso, que no tenía inconveniente.  

Insisto hoy en este escrito, que viene a ser prolongación del anterior, que el caso de la infanta Cristina puede enconarse, por mucho que dependa el poder judicial del ejecutivo. Hay jueces valientes, jueces contra el poder, En cualquier caso el "no ha pasado nada" en la familia real es un imposible de conseguir cuando tanto ha pasado. 

Y de la familia real a la casta política: ¿Qué pasa ahora con Francisco Granados y su presunta cuenta oculta, por valor de 1,5 millones de euros , en Suiza? Pues ya veremos. Y cada día una sorpresa de estas.

Todo es girar en esta noria, la continuación de una sociedad civil dominada por quienes solo debieran ser sus servidores: los políticos. ¡Cuán lejos está en este sentido el entenderse tantas cosas; por ejemplo, lo del robo de las participaciones preferentes de las Cajas. 

¿Hasta cuándo tanto absurdo, falta de ética profesional, desvergüenza, trinque a la orden del día? Sigue el daño, siguen las constantes huelgas en protesta de abusos. ¡Ah!, por supuesto, continúan las devoradoras Autonomías. Menos mal que no se coronan diecisiete reyes. 

Bueno, como dirían Tip y Coll, otro día hablaremos de política. O acaso opte por mejor tema: Literatura propiamente dicha.                     

                                                                               

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