lunes, 9 de noviembre de 2015

Ante el tercer caso extraño que me sucede con el alcalde de Santa María la Real de Nieva (Segovia)

Nunca es demasía publicar lo que es necesario que se sepa.
                       - Séneca - Aforismos morales

Dos eran los acontecimientos acaecidos con el alcalde de la mencionada localidad, y acabo de experimentar el vulgar dicho de que no hay dos sin tres. Sufro un tercer caso no menos llamativo, chocante, que los dos anteriores y que cae de lleno en lo extravagante, estrambótico. No puede haber quien me diga que no lo es el hecho de no admitir la prueba de ADN mitocondrial que ha venido a demostrar que los restos que contiene el arcosolio ubicado en el presbiterio de la iglesia del pueblo no corresponden o pertenecen a Blanca I de Navarra. No he podido conseguir del alcalde ni del párroco que se tape la placa que pregona el error en que se cayó antaño y que desde la mencionada prueba científica constituye una evidente mentira. Puede verse mi lucha sobre este particular en varios artículos de mi blog, siendo los dos últimos: Santa María la Real de Nieva, su mentira crónica y la indiferencia de su alcalde a un ataque a la propiedad y seguridad personal. Agosto del actual año. Y al mes siguiente: Santa María la Real de Nieva sostiene también en la página WEB municipal el infundio del sepulcro de Blanca I de Navarra. En fin, como dice Enrique Santos Discépolo, en su tango 'Cambalache', ¡que falta de respeto, / qué atropello a la razón! 

Saco a relucir hic et nunc, aquí y ahora, el tercer episodio, incidente, que me sucede con el referido, optando por presentarlo 'en directo' mediante la transcripción de los siguientes tres correos electrónicos. Para no molestar al alcalde, que cuando me dirigí a él para que impidiera el salvajismo de que era victima en el pueblo, primero me toreó y por último dejó de contestarme al no poder ya continuar engañándome con que hacía o haría, y la verdad era que se llamaba andana, para evitar, digo, el contactar con él me dirigí a la oficina. He aquí los correos-e: 
Título: Solicitud de las señas domiciliarias de José María Rodríguez Llanos
Me dirijo a esa oficina  para petición, por favor, de que me proporcionen las señas del Sr. Rodríguez Llanos, José María, ya que he de comunicar con él con motivo de un tema concerniente a ambos, referente a su finca urbana en la calle Moral, número 30, de esta localidad, el cual afecta a la mía colindante.
 Su nombre y apellidos los sé por haber sacado del Registro de la Propiedad una copia simple, pero su dirección, domicilio, lo busco en la Guía Telefónica inútilmente. No figura, al menos, en la de 2012, última que tengo por haber abandonado moviStar.
          Dándoles las gracias anticipadas, les saluda. 

Al no obtener respuesta, les envió este segundo correo:
Extrañado de su silencio, insisto en mi petición. Díganme, al menos, si se hallan dispuestos a informarme o se niegan a ello. Pero les adelanto que no es ajeno al Ayuntamiento este tema que me ocupa.
 Creo, por otra parte, que se trata de la casa donde está Alianza por la Unidad del Campo. - UPA.
 Como marcan los cánones de la buena educación, que doy por hecho tienen, han de atender mi correo, aunque sea para denegarme lo solicitado, lo que además implica para ustedes una obligación. No la incumplan en toda línea. No me hagan perder el tiempo, pues emprendería otro camino para informarme.
Buenos días.
La oficina municipal continúa sin responderme. Es de suponer que desde la primera parte, y seguro desde la segunda, tiene conocimiento el alcalde y por consiguiente es tal conducta con su aquiescencia.  Entonces me veo impelido a dirigirme al que otrora me dio la callada por respuesta, valga la frase hecha.
Título: Ante un silencio absurdo.
Sr. Pérez Esteban. Ratificándome de cuanto expongo en mis correos del 2 de noviembre de 2015 a las 18:15, en el del 4 de noviembre de 2015 a las 0:59 , me dirijo a usted nuevamente
Antes se inhibia de algo que tenía que haber solucionado: el ataque que por parte de gamberros venía sufriendo en mi propiedad y persona, tanto es así que, al insistirle yo, terminó dándome la callada por respuesta, por lo que  hube de dirigirme a la Guardia Civil, que ha puesto fin a dicho salvajismo, recomendándome que, de repetirse, se lo comunique.
Ahora repite su silencio conrespecto a la solicitud que les hago, siendo tan incuestionable que V. tenía que haber puesto fin al salvajismo contra mí como el hecho de que no me proporcione las señas que le solicito, y sin decirme porqué. Ya le he expuesto que es asunto que también incumbe al Ayuntamiento.
 ¿Por qué vuelve a llamarse andana? Usted, que yo sepa, está ahora de alcalde, pasó de serlo de su aldea natal a Santa María, y entiendo que en el Ayuntamiento de este pueblo ha de existir una lista de censo, de contribuyentes, de cualquier otra índole. En definitiva, ha de conocer las señas en el pueblo del referido. Si no las tiene en él, pues dígamelo.
Bueno, la oficina está por no contestarme, y V. tampoco, como es palmario, opta por afectar ignorar que desde la finca indicada cruza el ramaje, invadiendo la mía, de un árbol o arbusto que el indicado tiene en el patio de su propiedad, dándose además el caso de que tal ramaje invade, asimismo, la fachada principal, parte de la acera. Puede acercarse a conocerlo de visu; puede también verlo en internet.
Nunca traté de molestar, siempre de colaborar. Un saludo. . 
Insisto que le escribí teniendo la mosca detrás de la oreja, o sea, escarmentado, sobre aviso o receloso de que no me atendería, y así fue, hizo lo que queda dicho ut supra.   

Pienso que si al alcalde no le importa que el limítrofe llene de ramaje el fondo de mi solar, no debiera, cuando menos, dejarle de importar lo que afecta a la urbanización, lo que se refiere a la calle, luz, pavimento y equis servicios. Cierto que en un pueblo no puede emplearse el rigor de una megalópolis y tampoco de una ciudad de provincia, pero lo que ocurre en la fachada de calle Moral, 30, es inadmisible casi en una aldea de medio centenar de vecinos, como es la citada del alcalde de referencia, cuanto menos en la villa de Santa María de Nieva, aunque, historia y arte aparte, no deje de ser una localidad pequeña, su demografía apenas rebasa el medio millar de  habitantes y su superficie es de 198 Km2. Se hallaba en vía de expansión territorial, pero vino la larga  crisis que pademos a truncarlo. Y aquí una pregunta que ya he formulado en otro artículo sobre esta localidad natal de mis ancestros paternos. ¿Cómo es posible que con el territorio que ha pasado de agro, productivo o no, a solar y la parte económica de que se beneficia el Ayuntamiento, se encuentre éste económicamente en tremendo déficit presupuestario? No lo digo yo, y para que se vea es así, paso a transcribirlo de una publicación
El deteriodo de nuestras arcas municipales ha obligado a pedir un rescate al Gobierno por 450.000 euros al 6% a 10 años, y nos exige un PLAN DE AJUSTE por el que estaremos intervenidos hasta el año 2022. Solo de intereses pagaremos al año 27.000 €. Podíamos pagarlo con los 20.000 que nos cuesta el Sr. Alcade
El el Grupo del PP se percibe malestar. Parece que el Sr. Alcalde amenazó con dimitir si no se aprobaba su sueldo. Nosotros, como el rebelde, pensamos que era un engaño a los vecinos. Hay concejales que trabajan más horas que que el Sr. Alcalde y no cobran. Además algunos se lamentan de que les "ningunea".
Aseguró la oposición:
Seguiremos pidiendo al Sr. Alcalde que renuncia a su sueldo hasta que mejore la situación.
Supongo que ha mucho tiempo se habrán dado por vencidos. Si el requetealudido alcalde ha sido designado diputado provincial percibirá un sueldo aún más jugoso que el de alcalde. Obviamente me refiero al manifestado de Santa María, no al que tenía como alcalde de Villoslada de la Trinidad. 

Concretando su conducta conmigo.
  
Traté en vano, inútilmente, sin logro ni efecto, de que procediera en consecuencia con la verdad histórica, tapando la inscripcion del sepulcro, dejándome estupefacto su respuesta de desprecio a la verdad, a la Historia -huelga decir que también a la Ciencia-  significándome que le interesan los vivos y no los muertos. Es axiomático que ante esta tesitura no cabe diálogo ni hay posibilidad de aleccioonar y mentalizar. Con su salidas, escapatorias, recursos, llegué rápido a la convicción, certeza, de que machacaba en hierro frío. 

El segundo pundo de su proceder conmigo, como queda consignado, fue importarle un bledo el salvajismo que se dio en el pueblo y no mover un dedo para erradicarlo. Léase mi citado artículo, el cual detalla los hechos. 

Y llegamos a tercer punto, que es el leitmotiv de este artículo, tema -en curso- al que también da la espalda, es decir, lo desaira, lo ignora, desatiende, y a pesar de que también afecta -reitero- al Ayuntamiento del cual vive y, por lo que he leído, también del segundo cargo político ya dicho; en fin, vive de la política, y a la política se va a servir y, honestamente, solo a servirse uno de ella, que paga con largueza a los políticos, como modus vivendi. 

Es de una claridad meridiana que si implica poco trabajo y costo hacer desaparecer la falsa inscripción del sepulcro, tampoco le cuesta nada al susodicho contestarme con un "no me es posible", en el caso de que por cualquier razón no pudiera darme la información solicitada. ¿Qué le vamos a hacer de este trato despectivo? Duéleme también que se tome al ciudadano sistemáticamente por iletrado, y ello se viene poniendo en práctica en Santa María la Real de Nieva con el  infundio del sepulcro de Blanca I de Navarra, cuya mentira, patraña, plena de tendenciosidad, no dejaré de combatir a ultranza. Pese a quien pese.  

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