miércoles, 9 de enero de 2013

Santa María la Real de Nieva actuó y actúa erróneamente respecto a los restos hallados en la iglesia en junio de 1994

Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! 
¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!
- Santiago Ramón y Cajal -

  Que se incurriera en la equivocación de que pertenecen a Blaca I de Navarra, mal estuvo cuando el Dr. José Manuel Reverte Coma no pasó de indicar probabilidad pero supeditando la seguridad a una prueba de ADN. Ello no fue óbice o cortapisa para que la ex alcaldesa doña Carmen Muñoz García -lo fue en la legislatura 1979-1983- que a la sazón ejercía de relevante funcionaria de las Cortes de Castillay León, emitiera y grabara una conferencia en el pueblo, después editada con este largo título: Referencias históricas del sepulcro de la reina Blanca de Navarra en Santa María la Real de Nieva y su relación con los restos hallados recientemente en la capilla del altar mayor de la iglesia. Se equivocó en su tesis, no llegó a una conclusión verdadera, partió, evidentemente, de erróneas premisas, y, como reza un principio de Lógica, "partiendo de premisas falsas no se puee llegar a una conclusión verdadera". Si una de las acepciones de "premisa" es "señal o indicio por donde se infiere algo o se viene en conocimiento de ello" (DAE), hubo confusión en señales e indicios, se tomó el rábano por las hojas, es decir, ha ocurrido el hecho de equivocarse completamente. No entro hoy en la interpretación, manera de concebir y ordenar datos, de Carmen Muñoz, porque no dispongo del texto de su conferencia que aún a esta altura, cuando ya no cabe polémica alguna, leería por tratarse de una persona que tengo por seria, que merece mi simpatía. 


Entiendo que se equivocó sin querer, por el contrario de algunos otros cuya conducta de entonces y después de quedar patente que los restos no son de Blanca I de Navarra no ha cambiado de postura, siguen en sus trece cerrilmente, obstinados en su punto de vista. Una vez más haré referencia a la mala impresión que me causó ver que después de la presentación del estudió genético del Príncipe de Viana, en el Monasterio de Santa María de Poblet, se atrevió el santamarieño ? Felipe Molinero Rodríguez a publicar en El Adelantado de Segovia -también lo incluyó en la red- un artículo con el título de "Los restos de Blanca de Navarra descansan en la iglesia parroquial". Además nada de entidad presenta sobre su afirmación. Si aún no se había enterado de que el equipo formado por el Dr. Miguel C. Botella, de la Universidad de Granada; la Dra. Asunción Malgosa, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y la profesora de Historia medieval de dicha UAB Mariona Ibars habían concluido su investigación, muy demorada al descubrir años atrás que no eran auténticos los restos que en  Poblet se atribuian a don Carlos de Evreux, malo. Y peor si lo sabía. ¿Cómo interpretar este proceder? Es, sencillamente, de vergüenza ajena; en fin, ya dice Santiago Ramón y Cajal que lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia.  

No puede sugestionar ni al más tonto, llevándole a creer de por vida lo que la Ciencia desmiente. Sugestionar en la acepción de "fascinar a alguien, provocar su admiración o entusismo" (DAE), cabe hasta cierto punto, pues si bien es cierto que, como dice Boilau, un necio encuentra siempre a otro necio mayor que le admira, es igualmente cierto que lo evidente lo es hasta para la persona de peores entendederas. Tras haber dado la Ciencia un rotundo mentís a la gratuita afirmación de haber aparecido los restos de Blana I de Navarra, ¿cómo calificar el hecho de la actuación de Molinero Rodríguez insistiendo a posteriori en que son los que se hallan en el sepulcro? Es incalificable. Que yo sepa, el alcalde in illo tempore, que emitió en internet despropósitos al respecto, no ha llegado a tal dislate. Si me consta que en el pregón de las fiestas locales del pueblo, dado por Carmen Muñoz en 2011, no volvió a hacer mención del evento de los despojos mortales en cuestión. Le he leído, publicado en la página "Vecinos - Santa María la Real de Nieva" en la que se publica tal discurso de índole laudatoria al lugar y sus fiestas. Al citar a María de Aragón hace mención de que su consuegra Blanca de Navarra murió en Santa María, pero, con plena circunspección, nada más. Porque en realidad es lo único que de su final se sabe. Al no decir que en la iglesia está su sepulcro, corrige en cierto modo la equivocación en que incurrió. 

(Se desliza en el pregón un lapsus linguae, equivocación al hablar, o un lapsus calami, error de pluma, según se equivocara ella o date el error al escribirlo. El "Diccionario-Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar", no es de Pascual Muñoz -¿quién es tal señor?-. Su autor se llama Pascual Madoz, que los que amamos la Historia y escribimos sobre ella no podemos dejar de manejar esta obra de consulta. Es también conocido como "el Madoz", en cuya obra trabajaron muchos colabodares. Mil perdones por la digresión,y vuelvo al ciclo trazado). Me inclino a creer que el citado autor del improcedente artículo llevando la contraria a lo que se dictaminó en el Monasterio de Poblet se hubiera atrevido a repetirlo. El hombre que ha cometido un error - Confucio dixit- y no le corrige, comete otro error mayor. Efectivamente, aparte de revelar unas cualidades muy negativas; según Cicerón, necedad en primer lugar. De esta alucinante circunstancia se lamenta la Sra. Ibars i Puga de la siguienta forma: "Recomienda que en Segovia, en donde la tumba de la reina se puede visitar, se cambie al menos la placa que la identifica. Respecto al enterramiento del supuesto príncipe, no es accesible por lo que los monjes de Poblet no prevén hacer nada". 

Tal se emitió el 10 de septiembre de 2008 tras el resultado de la prueba del ADN mitococondrial, encontrando al fin en quien verificarla, conforme ya he dicho en algún otro artículo. Según me informó particularmente la líder del Proyecto Poblet, la prueba se ha realizado con la archiduquesa de Auustria, Johanna de Habsburgo, decimoquinta hija de la reina Ana de Jagellón-Foix y Fernando  de Habsburgo. / El ADNmt es el único fiable por el momento. Se transmite de madres a hijas per secula seculorum. Me repito adrede por si alguno de los disidentes quiere tomar nota, claro que si no admiten la señalada prueba científica..., da lo mismo que se entere o no. Pero en este caso los alcaldes de Santa María la Real Nieva, el cronista Molinero y cualquier otro oponente debieran impugnar la prueba de ADNmt  a los científicos que la sostienen en general y a los ya citados que la han practicado, en particular. ¿Qué pasa, que el alcalde Eusebio García nombró cronista oficial de la villa a Felipe Molinero por ser capaz de ir contra la Ciencia si ésta daba un mentís a la Historia? Además no se ha producido un mentís a la Hstoria, pues no era hecho histórico, ni mucho menos, que los restos correspondieran a la referida reina, no pasaba de mera conjetura, cábala, suposición. El patinazo dado que, como recomienda Ramón y Cajal, según aserto ya expuesto, le aproveche, él y sus corifeos, como aviso providencial de ligereza y/o ignorancia.      

Bueno, debieron empezar contradiciendo al Dr. José Manuel Reverte Coma cuando lo dejó en duda y apuntó como pertinente la prueba de ADN. Surge, y no por los santamarieños, la idea de hacerse, se hace y da un fallo en contra de la autenticidad de los restos encontrados, mas ya éstos se encuentran en el sepulcro contruidos ad hoc, para tal fin, en el presbiterio de la iglesia. Lo sensato, indubitadamente, hubiera sido esperar el resultado del ADN, y ya en el despeñadero de la insensatez, el desprecio en toda su extensión, falta de aprecio, desestimación, desaire, desdén hacia la Ciencia, concretamente hacia el ADNmt. Invito al alcalde a que, aceptando la falsedad de los restos, se tape la inscripción del mausoleo y, lejos de obtener adecuada respuesta, pasa a señalarlo de "tema que resultó espinoso y polémico en su momento". No hubo, realmente, otra base para la polémica que la de trasladarse los restos a "su reino" como reclamó Navarra, pero los navarros se retiraron de su pretensión al quedar revelado que los restos no son de Blanca I de Navarra. 

Paso a transcribir íntegras la carta del alcalde y mi contestación:

Es un tema, el del sepulcro aludido por usted, que resultó espinoso y polémico en su momento, el que actualmente vivimos es difícil, tortuoso y de incierto futuro. Estas dos cuestiones me hacen decidir sobre la responsabilidad del Ayuntamiento en dirigir sus esfuerzos hacia temas vitales y que afectan a los vivos, más que hacia el pasado y sus difuntos. / Confiando en su entendimiento, le le envío un cordial un cordial saludo. 

Respuesta:

El que usted centre su esfuerzo en el momento presente que vivimos, de lo más desastroso por la actuación bancaria y política, me parece pertinente; ahora bien, ha de entender que ello no implica que no quiera atender el rectificar una mentira -es bochornoso para el pueblo- que se sostiene arbitrariamente, es decir, que va contra la razón y la justicia. No es justo, no es honesto.

Puede actuar principalmente sobre la responsabilidad del Ayuntamiento en lo que estime temas vitales de su función. Sí, tal es la obligación de un alcalde. Y en pro de tal cometido le proponen como vital, de suma importancia y trascendencia, que renuncie a su paga de suma largueza, viva de lo que viviera cuando no era alcalde , y algún concejal predica con el ejemplo. Es evidente que su salario desproporcionado, de suma largueza -política- perjudica al Ayuntamiento. Se lo demuestran.

Puede establecer opciones en sus tareas, pero no ha de abandonar nada -nada en absoluto- de lo referente a sus obligaciones, desechar ninguna. De Vida o de Historia, respecto a lo cual y dada la distinción que me presenta entre vivos y muertos, le transcribo estas líneas del gran historiador Gregorio Marañón: VIDA E HISTORIA. / Vida e hitoria, decimos, para designar el presente encendido y el pasado muerto./ Pero la Vida es Historia desde antes de nacer; y sólo es perdurable y fecunda cuando se vive, por humilde que sea, con esa preocupación. / La Historia es la misma Vida de hoy y de mañana; acaso, sólo, con máscaras distintas. Y únicamente cuando se escribe como si se viviera es verdadera Historia./ Las páginas de este libro son sólo ensayo, harto frágiles, de esta preocupación de mi obra y de mi vida; es decir, de mi pequeña historia.

No ha de abandonar nada, craso error que se creyera con derecho a ello, de lo referente a sus obligaciones, desechar ninguna. Se ha encontrado con un indebido endeudamiento. Como hoy día no puede averiguarlo Vargascomo en otra Edad histórica, podría ser cosa de que lo averiguase la Fiscalía Anticorrupción, en todo caso se han hecho dispendios absurdos, como la construcción del sepulcro para los desconocidos restos en cuestión. 


Si aspira, y bueno es que así sea, a cumplir con su deber, actuar de manera óptima, ha de atender a TODOS sus concernientes asuntos al frende de la alcaldía. Rechazabe es de plano su argumentación: Es un tema -me dice-, el del sepulcro aludido por usted, que result´espinoso y polémico en su momento. Lo fue por culpa de falta de circunspección y sobra de vanidad, necedad en suma.Ya lo pongo de relieve en mis artículos. Por tales defectos o vicios se incurrió de lleno en el ridículo. ¿Pero a posteriori del 9 de septiembre de 2008, presentación del estudio genético en Poblet, en qué se viene incurriendo? Es de vergüenza ajena.

Nada me dice de borrar o quitar la placa del sepulcro, a pesar de lo fácil y económico que es. Continuaré protestando por esta adulteración de la Historia e ir, por añadidura y por sistema, contra la Ciencia. Protestaré aquí, allá y acullá. Siento -reitero- vergüenza por lo que se continúa diciendo y haciendo, lo llamado vergüenza ajena. Yo cumplo y cumpliré en todo línea. 

Sea en honor a mi abuelo, natural de este pueblo. En el archivo del Ayuntamiento puede ver quien "es" Manuel López Martín, que diseñó la primera captación de agua a este lugar. Con fecha 5 de junio de 1917 -salida 140- encontrará el escrito de felicitación que le dirigió el alcalde Arcadio González Vallejo, natural del pueblo. Viven sus nietos, y una nieta en él..

Confiando en que quiera entender , le envío un saludo cordial. 

Sin respuesta de palabra ni de obra. 

Se podía saber, tal vez, de quién son los restos del sepulcro si el anterior alcalde hubiera aceptado la proposición que le hicieron, pero a la carta no respondió. Ya había quedado probado que los restos que se indican en Santa María la Real de Nieva como pertenecientes a Blanca I de Navarra no lo son. Probablemente corresponden...; bueno, ni oirlo quieren los que desde un principio dijeron que en nombre de alcalde o de historiador habían de ser de la susodicha reina. Aquí a lo señor feudal, aquel Blas al que nadie le podía contradecir. Mal ha quedado el equipo de referencia que ha dedicado mucho tiempo y trabajo a descubrir la verdad. Y mal ha quedado también el Dr. José Manuel Reverte Coma, antropólogo, director del Museo Antropológico Forense, instalado en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.                                                           

Blanca I de Navarra
A la Puebla de Santa María de romería a Nuestra Señora de la Soterraña, naciente advocación in illo tempore, y también por motivo político, vino esta bondadosa persona y reina acompañada de su consuegra la reina consorte de Castilla, María de Aragón, y de la hermana de ésta, Leonor, reina viuda de Eduardo I de Portugal, dos buenas perlas, que quizá la envenenaran por su inclinación a Castilla, mientras la citada primera esposa de Juan II lo hizo siempre a favor de sus hermanos. Si envenenada fue, el que a hierro mata, a hierro muere, pues en "Memorias de las reinas católicas de España", de Enrique Florez de Setien, podemos leer: 
La reina doña María no llegó a ver este suceso por haber muerto en Villacastín antes de la batalla, como también su hermana, la reina viuda de Portugal, doña Leonor, que falleció en Santo Domingo el Real, de Toledo, antes que nuestra reina, en 18 de febrero de aquel año 1445. Una y otra murieron de veneno, según la prontitud y efectos de la muerte, pues dona Leonor acabó de repente, después de recibir un remedio casero; doña María no sintió más enfermedad que dolor de cabeza, y al cuarto día murió. Los cuerpos de las dos se llenaron igualmente de ronchas después de fallecer, y, por tanto, se creyó haber fallecido por veneno; y aún leemos que en el proceso actuado contra don Álvaro de Luna se halló haber influido en dar hierbas a las dichas reinas.
Murieron en la misma fecha con intervalo de horas, María el 18 de febrero de 1445, Leonor el 19. Habla también Florez de Setien de la intercesión de las tres a favor de la paz entre esta familia -Aragón y Castilla-, disensiones que culminaron en la batalla de Olmedo -antes aludida- que tuvo lugar el 19 de mayo de 1445, es decir, a los tres meses justos de la muerte de las dos infantas de Aragón. El infante don Enrique quedó herido y de gangrena muere en Calatayud. Juan II de Castilla, el príncipe Enrique, que en esta segunda batalla de Olmedo luchó a favor de su padre, y don Álvaro de Luna triunfaron. Pasa el condestable a ser Maestre de la Orden de Santiago desde tal año a 1453. Como tal existe una tabla pintada (1488) en la capilla de Santiago de la catedral de Toledo. Había llegado al cenit de su gloria; la desplomaría él mismo a elegirle a Juan II para contraer segundas nupcias a Isabel de Avis y Braganza, infanta de Portugal. Fue funesta para él y, en consecuencia, para su enamorado esposo, que no tardó en seguir al Más Allá a don Álvaro, quizá por la mella que le hizo el crimen,  y, finalmente, para ella misma que moriría como "la loca de Arévalo".  

Seguiremos paseando por la Alta Edad Media.              

       

No hay comentarios:

Publicar un comentario